Es una actividad extraescolar que pretende acompañar al niño a potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano y con la finalidad de aumentar su bienestar personal y social.
Se trata de una actividad dirigida a desarrollar y experimentar la conciencia de su mundo interior: la respiración, conciencia sensorial, pensamientos, emociones y visión del mundo. Y aceptar la existencia de emociones y pensamientos “complicados” para poder gestionarlos y no permitir que les dominen, prestándoles
en lugar de ello una atención amable.
Les permitirá tomar conciencia de las otras personas y su cuerpo, así como de las emociones y pensamientos de los otros, sin juzgar acerca de lo que ellos (u otras personas) piensan, sienten o perciben.
Creamos un espacio donde a través del juego, la experimentación y la creatividad, los niños podrán divertirse a la vez que compartirán su tiempo con otros niños y aprenderán a reconocer cómo son sus emociones y las de quienes les rodean, para qué sirven y como pueden aprender a manejarlas.
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