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La naturaleza es una de las primeras ventanas de asombro del niño, y es ciertamente la ventana que puede ayudar a recuperar el sentido del asombro a quien lo haya perdido.
Los niños están acostumbrados a tenerlo todo antes de desearlo y sin apenas esfuerzo, por ello necesitan más que nunca asombrarse pacientemente mirando cómo se arrastra un caracol, observando cómo una flor crece, cómo una gota de lluvia resbala por el cuerpo de un ciempiés peludo….
Los niños deben aprender a levantar la vista hacia el cielo de vez en cuando e imaginar diferentes formas con las nubes.
Los niños deben volver al bosque , subirse a los árboles y esconderse detrás de los helechos.
Debemos encontrar esos espacios abiertos de la naturaleza en los que puedan correr, saltar, descubrir e imaginar.
Estas palabras recogidas en el capitulo de La Naturaleza del libro “Educar en el asombro” de Catherine L’Ecuyer, son las que han inspirado y de las que nace esta bonita y sencilla actividad de “Un paseo por el parque”.
Un paseo tranquilo por el camino de la mano de una o de un compañero, mientras otro se enfrasca observando a una mariquita, otro recoge cuantas más flores mejor, otro descubre patos volando y otros se suben a la valla de madera para contemplar el rio.
Un paseo que les permitió a cada uno explorar lo que más les llamó la atención. Qué simple y qué maravilloso.
Deseamos que disfrutéis con las fotos de esta bonita experiencia.